La contabilidad es un conjunto de procedimientos que sirven como norma para todas las empresas, con el cual se mide, analiza y estudia el patrimonio económico y financiero una entidad o empresa, es decir, todas las compañías usarán la contabilidad basándose en ésos procedimientos.
¿Para qué sirve?
En primer lugar, permite al dueño del negocio tener un control sobre la entrada y salida de dinero que tiene su empresa, gracias a esto, podrá tomar decisiones de cara a la mejora de la productividad.
También permite tener un control claro y preciso de las operaciones que realiza la empresa.
Además, nos sirve como comprobante de información de cara a terceros y sobre todo, para la Agencia Tributaria.
Quién trabaja la contabilidad de una empresa
El destino de cualquier compañía por limitada que sea, siempre es el mismo, lograr rentabilidad y obtener bienes.
Es indiferente el sector que ocupe, si es un negocio del área servicios o si su actividad está orientada al producto, finalmente el objetivo será evidente, ganar dinero.
La persona que trabaja la contabilidad y puede tener la clave de las pérdidas o ganancias que resultan en el ciclo, ése es el contable.
Aunque pueda parecer que la profesión del contable se limite simplemente a llevar la contabilidad de la entidad, que ésta aparente ser fácil y que se deba tener unos conocimientos matemáticos por encima de la media, todo esto dista de la realidad, ya que el contable tiene numerosas funciones dentro de una compañía.
Principios de la Contabilidad
Principio de prudencia
Éste principio requiere la contabilización de los hechos económicos, de forma prudente en el caso en que surja incertidumbre, lo cual implica que los beneficios que se puedan obtener en el futuro no se contabilicen hasta que la empresa no se perfeccione.
Además, implica que los posibles riesgos, sin excepción deberán ser contabilizados y reflejados en los balances anuales.
Principio de importancia relativa
El principio de importancia relativa nos detalla sobre el grado en el que se aplicarán los distintos principios, dependiendo del caso en el que se apliquen.
El plan general contable, simplificando, determina que:
Se admite que la aplicación de los principios contables no sea estricta, en los casos en que la variación que produzca la aplicación de los mismos apenas sea significativa, y por ello, no altere contabilidad, que deberá de reflejarse de forma fiel.
Principio de no compensación
Nos dice que no se pueden compensar las partidas de pasivo y activo o de ingresos y gastos, salvo que una norma refleje los contrario.
Además, detalla que los elementos que integran las cuentas anuales se valoran de forma independiente.
Con la existencia del principio de compensación se consigue que la contabilidad refleje la realidad de forma clara y concisa.
Principio de uniformidad
Las leyes que conforman la contabilidad permiten usar diferentes criterios a la hora de ser aplicada, y lo que exige el principio de uniformidad es que dichos criterios no puedan cambiar de un día para otro, si no que para que se produzcan éstos cambios será necesario un análisis de las consecuencias que supondrían en las cuentas anuales.
Principio de devengo
Éste principio debe quedar claro, y para ello te lo explico de forma simple, básicamente lo que dice es que los hechos económicos (ej: compras, ventas…) se reflejarán en la contabilidad en el momento en que ocurran, y no en el momento de pago o cobro.
Pongamos un ejemplo, una compra de mercaderías quedará reflejada en el libro diario mediante un asiento, en el mismo momento en que se reciba la factura, y no en el momento en que se pague.
El pago puede ser en ese mismo momento o posterior, pero eso no cambiará el hecho de que se deba reflejar primero la compra.